En el pasado la mayoría de las tierras de cultivo actuales eran montes, que fueron roturados debido a la necesidad de nuestros antepasados.

 

La leña de estos montes era utilizada para calentarse, pero mucho más importante que el frío, era el hambre, que en el caso de nuestro monte, los palentinos pasaban, por eso muchos de estos montes fueron roturados para favorecer a los cultivos agrícolas, llegando a dejar en muchos lugares de nuestra geografía terrenos totalmente desnudos.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En el caso de nuestro monte, el monte "El Chivo", durante años sufrió una gran sobreexplotación, y roturación que transformó practicamente todo el terreno en tierras de cultivo. En el transcurso de los años 50-60 siguiendo las pautas del Plan de Reforestación del Instituto de Conservación de la Naturaleza, se llevó a cabo una repoblación de carácter protector, con especies arbóreas capaces de desarrollarse en estas laderas, tales como el Pinus halepensis y el Cupressus arizonica.

 

En aquellas zonas donde el riesgo de erosión era elevado, se llevo a cabo una serie de preparaciones del terreno como terrazas.

 

 

ANTECEDENTES GENERALES:

 

Como antecedentes generales lejanos tenemos una repoblación y como antecedentes generales cercanos tenemos podas manuales hasta los 2m de altura, puesto que el Pinus halepensis es una especie la cual presenta una poda natural muy escasa y tardía además de tener una dominancia apical bastante baja. Por lo tanto, las podas manuales son necesaria hasta una altura no superior a la mitad de la altura del árbol. Hay que destacar que una excesiva poda puede aumentar la mortalidad  aparte de disminuir la producción de piña.

 

 

 IMPORTANCIA DE LA ESPECIE EN CUANTO A LA PRESCRIPCIÓN:

 

El Pinus halepensis es una especie bastante intolerante respecto a la competencia intraespecifica por lo que las claras son claves para su correcto desarrollo.

 

ACTUALIDAD:

 

Además de las especies anteriormente mencionadas, poco a poco, se puede ver la aparición de pequeños ejemplares de encina (Quercus ilex), proveniente de la siembra de bellotas llevadas a cabo por los alumnos de la Escuela de Ingenierías Agrarias, junto con su profesor de Selvicultura Forestal Jose Arturo Reque Kilchenmann durante las clases  prácticas de la asignatura llevadas a cabo en este lugar.